LABIOS ROJOS

Foto: @paola_reina

Sus ojos quedaron inmortalizados en mi memoria. Sus manos no dejaban de apretar las mías, como si su vida dependiera de mi. Sentí que quería escupirme esas palabras que jamás se atrevió a decir, pero no le alcanzaban las fuerzas, ya era demasiado.

No paraba de mirar su boca, esos labios manchados de un rojo que me volvía loco. Quería besarla pero no me atreví, no en ese momento, no después de lo que había hecho.

La tenía frente a mí, muy cerca. Cerró los ojos como si esperara un beso mio, pero logré zafarme de aquella fuerza inhumana y la dejé. La dejé donde todo había ocurrido.

Después de eso no pude mirarla de nuevo. Me di la vuelta y me fui. Sin mirar atrás, aprecié, con terror y asombro, mis manos manchadas de rojo pero nunca olvidaré el rojo de sus labios.

Jaime Vegas