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LA NOCHE DE BRUJAS DEL PERÚ

  • lalogiaperu
  • 22 sept 2014
  • 2 Min. de lectura

(foto: El Comercio)

No quiero sonar cucufato, ni tampoco quiero ser el precursor de un movimiento anti “programas basura”, ya que existen bastantes críticas sobre la televisión peruana y una más, hasta cierto punto, estaría de más. Sin embargo, no se puede evitar hablar de un programa que ha dado de hablar en estas dos últimas semanas. Sí señores, hablamos del programa de Magaly. ¿El regreso del viejo método de acumulación masiva de rating o un nuevo circo televisivo?


Esta vez la periodista no se enfoca en mostrar los sonados “ampays”, ahora tiene un nuevo formato (entrevista íntima con público disfrutando del programa tomando unos tragos en mesitas lounge). El primer programa fue algo que se esperaba: el renombrando y carcomido “caso Guty”.El muchacho se presentó al lado de su mamá para que todos vieran lo terrible que había sido su vida con sus ex parejas y otras cosas intimas que creo que todo el Perú conoce (lamentablemente). Hasta cierto punto, el programa podría pasar por desapercibido o incluso sería amable con el tiempo, pero después de haber visto fragmentos del programa del pasado sábado, me quedó claro que es una búsqueda mercenaria de rating. Claro que era obvio pero no esperaba que fuera de la triste manera que se vio el sábado.


Mónica Daro, ex vedette que ahora radica en el extranjero fue invitada al programa. Como recordaremos, la señora Daro le ganó un juicio a la periodista por tildarla de prostituta (hace más de 14 años). Lo triste de esta entrevista son los terribles intentos de la señora Magaly en hacer quedar mal a la ex vedette e intentar que admita su pasado en la prostitución (escudándose en que ella “como periodista había investigado el caso de las prosti vedettes”). Levantó la voz, preguntó si la habían agarrado de tonta, se rio de su entrevistada e intentó humillarla. Sin embargo, la entrevistada demostró más “cancha” que la periodista, riéndose y pasándola bien, dejando el pasado y las acusaciones en tan solo risas y carcajadas.


El punto de todo esto es: ¿A qué punto estamos llegando en la TV peruana? Conocemos muchos programas que no aportan mucho a nuestra sociedad pero, ¿qué tanto está dispuesto a aceptar los medios de TV por rating? ¿Por qué tiene que ser así? Qué lastima que programas en horario estelar tengan que acudir al desprestigio de personas que incluso están desvinculadas del ambiente televisivo (y no somos fanáticos de Mónica Daro). De manera personal, espero que este programa acabe pronto. Dejemos de apoyar información irrelevante e idealizar a personas que no valen la pena. Suena crudo pero la realidad es fría. TRATEMOS DE NO ESTAR LOS SABADOS EN CASA (como si no les gustara la juerga).

Diego Abad


 
 
 

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